Habilidades Sociales
Dentro del amplio espectro que conforma al
ser humano, existe una característica única que nos diferencia del resto de los
seres vivos, y es que somos seres sociales, que requerimos interactuar con
otros para nuestra sobrevivencia. Es esa relación con otros la que nos hace
parte de una sociedad, con normas, líderes, ritmos de vida, etc.
En este sentido, el hombre a lo largo de
la historia se ha preocupado – de manera casi inconsciente – de desarrollar
ciertas habilidades que le permitan desenvolverse de manera efectiva dentro de
un grupo determinado. Así, surge el concepto de habilidades social, las cuales según
Caballo (1993) “Son un conjunto de
conductas emitidas por el individuo en un contexto interpersonal que expresa
sus sentimientos, actitudes, deseos, opiniones o derechos de un modo adecuado a
la situación, respetando esas conductas en los demás y que, generalmente
resuelve los problemas inmediatos de la situación mientras minimiza la probabilidad
de futuros problemas”
Esto lleva a inferir que el desarrollo de
habilidades sociales está vinculado con la asertividad y el desarrollo de
relaciones interpersonales efectivas, en conjunto con la autoestima y los
valores propios.
En este orden de ideas, Goldstein (1980), define
las habilidades sociales como un conjunto de habilidades y capacidades
(variadas y específicas) para el contacto interpersonal y la solución de
problemas de índole interpersonal y/o socioemocional. Estas habilidades y
capacidades se aplican en actividades desde básicas hasta avanzadas e
instrumentales.
Así, definir las habilidades sociales se
ha convertido en una cuestión de valoración en sí misma. Aunque todavía no se
ha concebido una definición de las habilidades sociales que sea generalmente
aceptada, las siguientes características son consideradas esenciales para la
comprensión de las habilidades sociales:
- Se adquieren principalmente a través del
aprendizaje por: Observación, Imitación,
Ensayo e Información.
- Son comportamientos interpersonales complejos,
verbales y no verbales, a través de los cuales las personas influimos en
aquellas con las que estamos interactuando, obteniendo de ellas consecuencias
favorables y suprimiendo o evitando efectos desfavorables.
- Suponen iniciativas y respuestas efectivas y
apropiadas
- Acrecientan el reforzamiento social.
- Son
recíprocas por naturaleza.
- La práctica de las habilidades sociales está
influida por las características del medio (por ejemplo, especificidad
situacional). Es decir, factores tales como la edad, sexo y estatus del
receptor/a, afectan la conducta social del sujeto.
-
Los
déficits y excesos de la conducta social pueden ser especificados a fin de
intervenir.
Clasificación
de las Habilidades Sociales
De acuerdo con las investigaciones de
Goldstein (2002), las habilidades sociales se clasifican en cinco grupos:
Grupo 1: Primeras habilidades sociales
- Escuchar.
- Iniciar una conversación.
- Mantener una conversación.
- Formular una pregunta.
- Dar las gracias.
- Presentarse.
- Presentar a otras personas.
- Hacer un cumplido.
- Empatía
- Dialogo
Grupo 2: Habilidades
sociales avanzadas
- Pedir ayuda.
- Participar.
- Dar instrucciones.
- Seguir instrucciones.
- Disculparse.
- Convencer a los demás.
- Dar tu opinión sobre lo que piensas al respecto
- decir no
- querer siempre
Grupo 3: Habilidades
relacionadas con los sentimientos
- Conocer los propios sentimientos.
- Expresar los sentimientos.
- Comprender los sentimientos de los demás.
- Enfrentarse con el enfado del otro.
- Expresar afecto.
- Resolver el miedo.
- Auto-recompensarse.
Grupo 4: Habilidades
alternativas a la agresión
- Pedir permiso.
- Quererse.
- Compartir algo.
- Ayudar a los demás.
- Negociar.
- Empezar el autocontrol.
- Defender los propios derechos.
- Responder a las bromas.
- Evitar los problemas a los demás.
- No entrar en peleas.
Grupo 5: Habilidades para
hacer frente al estrés
- Formular una queja
- Responder a una queja.
- Demostrar deportividad después de un juego.
- Resolver la vergüenza.
- Arreglárselas cuando le dejan a uno de lado.
- Defender a un amigo.
- Responder a la persuasión.
- Responder al fracaso.
- Enfrentarse a los mensajes contradictorios.
- Responder a una acusación.
- Prepararse para una conversación difícil.
- Hacer frente a las presiones del grupo.
Cuando una persona presenta déficit en
varios de los aspectos señalados en los grupos anteriores, es posible que
presente trastornos del espectro autista, como el Síndrome de Asperger. Sin
embargo, puede asociarse también a aspectos relacionados con la personalidad
del individuo.
Asimismo, las Habilidades Sociales pueden
clasificarse también según el tipo de destreza que se desarrollen, en 3 clases:
Cognitivas
Son todas aquellas en las que intervienen
aspectos psicológicos, las relacionadas con el pensar. Algunos ejemplos son:
- Identificación de necesidades,
preferencias, gustos y deseos en uno mismo y en los demás.
- Identificación y discriminación
de conductas socialmente deseables.
- Habilidad de resolución de
problemas mediante el uso de pensamiento alternativo, consecuencial y
relacional.
- Autorregulación por medio del
autorrefuerzo y el autocastigo.
- Identificación de estados de
ánimo en uno mismo y en los demás.
Emocionales
Son aquellas habilidades en las que están
implicadas la expresión y manifestación de diversas emociones, como la ira, el
enfado, la alegría, la tristeza, el asco, la vergüenza, etc. Son todas las
relacionadas con el «sentir».
Instrumentales
Se refiere a aquellas habilidades que
tienen una utilidad. Están relacionadas con el actuar. Algunos ejemplos son:
- Conductas verbales: inicio y
mantenimiento de conversaciones, formulación de preguntas, formulación de
respuestas, etc.
- Alternativas a la agresión,
rechazo de provocaciones, negociación en conflictos, etc.
- Conductas no verbales:
posturas, tono de voz, intensidad, ritmo, gestos y contacto visual.
Las habilidades sociales anteriormente
citadas comprenden un extenso conjunto de elementos verbales y no verbales que
se relacionan con la emisión de diferentes conductas. De igual modo, dependen de procesos cognitivos (pensamientos,
autocríticas, sentimientos, etc.) para su correcta ejecución. Pero la habilidad
social no es meramente una suma de componentes verbales y no verbales unidos a
procesos cognitivos, sino que supone un proceso interactivo de combinación de
estas características individuales en contextos ambientales cambiantes.
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